En la medida que las mujeres ocupan un mayor espacio en las distintas esferas del ámbito político —desde las presidencias, los parlamentos, las cortes y las empresas públicas, hasta las alcaldías— han aumentado las múltiples manifestaciones de discriminación y violencia que buscan callar y limitar su protagonismo político y el cambio fundamental que representan para la distribución y el ejercicio del poder.
En reconocimiento de esta nueva realidad y la necesidad de adaptar nuestras definiciones y nuestros instrumentos jurídicos para responder de manera más efectiva, en 2015 la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) abrió una nueva área de trabajo para avanzar en la prevención, atención y sanción de la violencia y el acoso contra las mujeres en el ámbito político.