(Buenos Aires, 21 de diciembre de 2019) - Entre los relatos de acoso y abuso sexual que comenzaron a circular en los últimos días, surgieron testimonios de casos de violencia en el ámbito de la política partidaria. Según un estudio que realizamos desde ELA, 8 de cada 10 mujeres sufrieron alguna vez lo que se conoce como violencia política.
La ley modelo de violencia política de la OEA la define en su artículo 3 como “cualquier acción, conducta u omisión, realizada de forma directa o a través de terceros que basada en su género, cause daño o sufrimiento a una o varias mujeres, y que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos políticos. La violencia política contra las mujeres puede incluir entre otras, violencia física, sexual, psicológica, moral, económica o simbólica”.
De las legisladoras entrevistadas para la investigación realizada por ELA, el 73% afirmó inicialmente haber sufrido violencia política por razones de género, porcentaje que aumentó al 82% luego de preguntarles por acciones concretas. De las entrevistadas que reconocieron haber sufrido situaciones de violencia en el ámbito de la política sólo un 7% manifestó haber sido víctima de violencia sexual. Sin embargo, como señala la OMS, debido al estigma vinculado con reconocerse como víctima de este tipo de agresión es necesario contemplar el riesgo de una subdeclaración de este tipo de acciones.
Si consideramos que sólo se denuncian el 10% de los casos de violencia doméstica, una modalidad reconocida y para la que existen instancias de denuncia, es de esperar que la violencia política sea aún invisible aunque muy extendida, como prueban los relatos surgidos en los últimos días.
En este sentido, cabe destacar la importancia de que estos relatos comiencen a surgir, para dar cuenta de lo extendida que se encuentra la violencia política en todos los partidos. También son importantes las iniciativas como la Red de Parlamentarias Mentoras surgida en mayo pasado. O como la campaña #EsHoraDeHablar que un grupo de legisladoras de todos los partidos políticos están impulsando en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, a partir de los datos del estudio de ELA, para contribuir a visibilizar y concientizar sobre el problema.
De cara a un año electoral, donde se implementará por primera vez la Ley de Paridad, celebramos que este problema comience a aparecer en la agenda pública, ya que si no erradicamos la violencia política contra las mujeres difícilmente sea posible lograr una democracia paritaria.